miércoles, 31 de octubre de 2007

Animarse a volar

Animarse a volar

...Y cuando se hizo grande, su padre le dijo:
- Hijo mío, no todos nacen con alas. Y si bien es cierto que no tienes obligación de volar, opino que sería penoso que te limitaras a caminar teniendo las alas que el buen Dios te ha dado.
- Pero yo no sé volar – contestó el hijo.
- Ven – dijo el padre.
Lo tomó de la mano y caminando lo llevó al borde del abismo en la montaña.
- Ves hijo, este es el vacío. Cuando quieras podrás volar. Sólo debes pararte aquí, respirar profundo, y saltar al abismo. Una vez en el aire extenderás las alas y volarás...
El hijo dudó.
- ¿Y si me caigo?
- Aunque te caigas no morirás, sólo algunos machucones que harán más fuerte para el siguiente intento –contestó el padre.
El hijo volvió al pueblo, a sus amigos, a sus pares, a sus compañeros con los que había caminado toda su vida.
Los más pequeños de mente dijeron:
- ¿Estás loco?
- ¿Para qué?
- Tu padre está delirando...
- ¿Qué vas a buscar volando?
- ¿Por qué no te dejas de pavadas?
- Y además, ¿quién necesita?
Los más lúcidos también sentían miedo:
- ¿Será cierto?
- ¿No será peligroso?
- ¿Por qué no empiezas despacio?
- En todo casa, prueba tirarte desde una escalera.
- ...O desde la copa de un árbol, pero... ¿desde la cima?
El joven escuchó el consejo de quienes lo querían.
Subió a la copa de un árbol y con coraje saltó...
Desplegó sus alas.
Las agitó en el aire con todas sus fuerzas... pero igual... se precipitó a tierra...
Con un gran chichón en la frente se cruzó con su padre:
- ¡Me mentiste! No puedo volar. Probé, y ¡mira el golpe que me di! No soy como tú. Mis alas son de adorno... – lloriqueó.
- Hijo mío – dijo el padre – Para volar hay que crear el espacio de aire libre necesario para que las alas se desplieguen.
Es como tirarse en un paracaídas... necesitas cierta altura antes de saltar.
Para aprender a volar siempre hay que empezar corriendo un riesgo.
Si uno no quiere correr riesgos, lo mejor será resignarse y seguir caminando como siempre.

Autor: Jorge Bucay

martes, 30 de octubre de 2007

Papi, ¿cuánto ganas por hora?

- Papi, ¿cuanto ganas por hora? - con voz tímida y ojos de admiración un pequeño recibía a su padre al término de su trabajo.

El padre dirigió un gesto severo al niño y repuso:
- Mira hijo; esos informes, ni tu madre los conoce, no me molestes que estoy cansado.

- Pero papi, - insistía- dime por favor ¿Cuanto ganas por hora?

La reacción del padre fue menos severa, sólo contesto:
- $ 10.- la hora.

- Papi ¿me podrías prestar $ 5? - preguntó el pequeño

El padre montó en cólera y tratando con brusquedad al pequeño le dijo:
- Así que era esa la razón de saber lo que gano. Vete a dormir y no molestes, muchacho aprovechado.

Había caído la noche. El padre, había meditado lo sucedido y se sentía culpable. Tal vez su hijo quería comprar algo. En fin, queriendo descargar su conciencia dolida se asomó al cuarto de su hijo.

- ¿Duermes hijo? - preguntó el padre.

- Dime papi - contestó entre sueños.

- Aquí tienes el dinero que pediste - respondió el padre.

- Gracias papi - contestó el pequeño y metiendo su manito bajo la almohada sacó billetes - Ahora ya completé papi, tengo $ 10. ¿Me podrías vender una hora de tu tiempo? - preguntó el pequeño.

lunes, 29 de octubre de 2007

¿Cómo crecer?

Un rey fue hasta su jardín y descubrió que sus árboles, arbustos y flores se estaban muriendo.

El Roble le dijo que se moría porque no podía ser tan alto como el Pino.
Volviéndose al Pino, lo halló caído porque no podía dar uvas como la Vid.
Y la Vid se moría porque no podía florecer como la Rosa.
La Rosa lloraba porque no podía ser alta y sólida como el Roble.

Entonces encontró una planta, una fresia, floreciendo y más fresca que nunca. El rey preguntó:
- ¿Cómo es que creces saludable en medio de este jardín mustio y sombrío?
- No lo sé. Quizás sea porque siempre supuse que cuando me plantaste, querías fresias. Si hubieras querido un Roble o una Rosa, los habrías plantado. En aquel momento me dije: "Intentaré ser Fresia de la mejor manera que pueda".

Ahora es tu turno. Estás aquí para contribuir con tu fragancia. Simplemente mírate a vos mismo.
No hay posibilidad de que seas otra persona.
Podes disfrutarlo y florecer regado con tu propio amor por vos, o podes marchitarte en tu propia condena...

Autor: Jorge Bucay

viernes, 26 de octubre de 2007

¡A correr!

Cuentan que cierto día, estaban en el bosque un caballo y su pequeño hijo, ambos gustaban de correr sin rumbo fijo, solo por el placer de sentir el cálido aire sobre sus cabezas.
Padre e hijo disfrutaban mucho de estas carreras y el compartir sus conversaciones que tanto bien hacia a ambos, siempre tenían pláticas de lo más amenas y realmente existía una comunicación constante entre ellos.

Una mañana, salieron como era su costumbre a correr, estaban muy felices porque era un día espléndido, cuando de repente el pequeño caballo tropezó y cayó rodando, su padre se detuvo de inmediato volviendo sobre sus pasos para ver que le había sucedido a su pequeño hijo.

Se acerco a él para averiguar si se encontraba bien, y el pequeño no lograba levantarse, muy asustado le dijo a su padre:
- Siento que no podré volverme a levantar, me siento muy lastimado de una pata.

- Hijo, debes levantarte, acaso ¿Te has roto algo?

- Padre, le dijo el caballito, creo que no me he roto nada, sin embargo, un caballo nunca se cae y cuando lo hace, le resulta sumamente difícil levantarse.

- Hijo, estás equivocado, algunos animales como nosotros caen, pero vuelven a levantarse y tú te levantarás, porque tú no tienes nada roto, tu voluntad hará que te levantes y vuelvas a caminar y a correr como siempre lo has hecho, no permitirás que tu mente te haga tomar una decisión equivocada, creyendo que porque has caído no podrás levantarte, además, yo te ayudaré a hacerlo, porque yo precisaré de tu ayuda, cuando yo caiga y necesite levantarme igualmente.

- Pero padre, ¿como podría yo ayudarte a levantar si soy tan pequeño?

- Hijo, no se necesita fuerza física para dar esa clase de ayuda, solo se requiere un gran amor, esa es la clase de ayuda que necesitamos, sentirnos apoyados por nuestros seres más queridos, y yo te amo mucho y por esa razón te digo que te levantes, porque todavía tenemos muchos caminos que recorrer juntos.

Y nuestro pequeño caballito, se levantó, se sacudió el polvo, empezó a caminar junto a su amado padre y pronto empezaron a correr como era su costumbre.


CAERSE no es lo importante, lo importante es LEVANTARSE cuantas veces sea necesario.

jueves, 25 de octubre de 2007

Cuando la raíz es el amor

Cerca de un arroyo de aguas frescas, había un pequeño bosque.
Los árboles eran muy variados. Todos gastaban las energías en ser más altos y grandes, con muchas flores y perfumes, pero quedaban débiles y tenían poca fuerza para echar raíz. En cambio un laurel dijo:
- Yo, mejor voy a invertir mi savia en tener una buena raíz: así creceré y podré dar mis hojas a todos los que me necesiten.

Los otros árboles estaban muy orgullosos de ser bellos; ¡en ningún lado había tantos colores y perfumes! Y no dejaban de admirarse y de hablar de los encantos de unos y otros, y así, todo el tiempo, mirándose y riéndose de los demás.

El laurel sufría a cada instante esas burlas. Se reían de él, presumiendo sus flores y perfumes, meneando el abundante follaje.

- ¡Laurel! - le decían - ¿para qué quieres tanta raíz? Mira, a nosotros todos nos alaban porque tenemos poca raíz y mucha belleza. ¡Deja de pensar en los demás! ¡Preocúpate sólo de ti!

Pero el laurel estaba convencido de lo contrario; deseaba amar a los demás y por eso tenía raíces fuertes.

Un buen día, vino una gran tormenta, y sacudió, sopló y resopló sobre el bosque. Los árboles más grandes, que tenían un ramaje inmenso, se vieron tan fuertemente golpeados, que por más que gritaban no pudieron evitar que el viento los volteara.

En cambio el pequeño laurel, como tenía pocas ramas y mucha raíz, apenas si perdió unas cuantas hojas.

Entonces todos comprendieron que lo que nos mantiene firmes en los momentos difíciles, no son las apariencias, sino lo que está oculto en las raíces, dentro de tu corazón... allí... en tu alma...Y es:

¡EL AMOR!...

miércoles, 24 de octubre de 2007

La Cruz

Un joven, ya no daba más con sus problemas. Cayó de rodillas, rezando: "Señor, no puedo seguir. Mi cruz es demasiado pesada".
El señor, como siempre, acudió y le contestó:
- Hijo mío, si no puedes llevar el peso de tu cruz, guárdala dentro de esa habitación. Después, abre esa otra puerta y escoge la cruz que tú quieras.

El joven suspiró aliviado.
- Gracias, Señor - dijo, e hizo lo que le había dicho.

Al entrar, vio muchas cruces, algunas tan grandes que no les podía ver la parte de arriba. Después, vio una pequeña cruz apoyada en un extremo de la pared.

- Señor - susurró - quisiera esa que está allá.

Y el Señor contestó:
- Hijo mío, esa es la cruz que acabas de dejar.

martes, 23 de octubre de 2007

Tu viejo

Amado Hijo:

El día que esté viejo y ya no sea el mismo, ten paciencia y compréndeme.

Cuando derrame comida sobre mi camisa y olvide como atarme mis zapatos tenme paciencia recuerda las horas que pase enseñándote a hacer las mismas cosas.

Si cuando conversas conmigo, repito y repito las mismas palabras y sabes de sobra como termina, no me interrumpas y escúchame. Cuando eras pequeño para que te durmieras, tuve que contarte miles de veces el mismo cuento hasta que cerrabas los ojitos.

Cuando estemos reunidos y sin querer, haga mis necesidades, no te avergüences y comprende que no tengo la culpa de ello, pues ya no puedo controlarlas. Piensa cuantas veces cuando niño te ayudé y estuve pacientemente a tu lado esperando a que terminaras lo que estabas haciendo.

No me reproches porque no quiera bañarme; no me regañes por ello. Recuerda los momentos que te perseguí y los mil pretextos que te inventaba para hacerte más agradable tu aseo.

Cuando me veas inútil e ignorante frente a todas las cosas tecnológicas que ya no podré entender, te suplico que me des todo el tiempo que sea necesario para no lastimarme con tu sonrisa burlona.

Acuérdate que fui yo quien te enseñó tantas cosas. Comer, vestirte y cómo enfrentar la vida tan bien como lo haces, son producto de mi esfuerzo y perseverancia.

Cuando en algún momento, mientras conversamos, me llegue a olvidar de qué estamos hablando, dame todo el tiempo que sea necesario hasta que yo recuerde, y si no puedo hacerlo no te impacientes; tal vez no era importante lo que hablaba y lo único que quería era estar contigo y que me escucharas en ese momento.

Si alguna vez ya no quiero comer, no me insistas. Sé cuánto puedo y cuándo no debo.

También comprende que con el tiempo, ya no tengo dientes para morder ni gusto para sentir.

Cuando mis piernas fallen por estar cansadas para andar.... dame tu mano tierna para apoyarme como lo hice yo cuando comenzaste a caminar con tus débiles piernitas.

Por ultimo, cuando algún día me oigas decir que ya no quiero vivir y solo quiero morir, no te enfades. Algun día entenderás que esto no tiene que ver con tu cariño o cuanto te ame.

Trata de comprender que ya no vivo sino que sobrevivo, y eso no es vivir.

Siempre quise lo mejor para ti y he preparado los caminos que has debido recorrer.

Piensa entonces que con este paso que me adelanto a dar, estaré construyendo para ti otra ruta en otro tiempo, pero siempre contigo.

No te sientas triste, enojado o impotente por verme así.

Dame tu corazón, compréndeme y apóyame como lo hice cuando empezaste a vivir.

De la misma manera como te he acompañado en tu sendero, te ruego me acompañes a terminar el mío. Dame amor y paciencia, que te devolveré gratitud y sonrisas con el inmenso amor que tengo por ti.

Atentamente,

Tu viejo

lunes, 22 de octubre de 2007

Oferta de empleo

Para el puesto se requiere que la solicitante afortunada realice y coordine las siguientes funciones:
Acompañante, consejera, directora, administradora, agente de compras, enfermera, cocinera, nutrióloga, decoradora, limpiadora, chofer, supervisora del cuidado de los niños, trabajadora social, psicóloga y organizadora de recreaciones.
La solicitante debe tener una automotivación ilimitada y el más fuerte sentido de responsabilidad si quiere tener éxito en este trabajo.

Debe ser independiente y con iniciativa, capaz de trabajar aisladamente y sin supervisión. Ser eficiente en el manejo de personas de todas las edades y apta para trabajar en condiciones de estrés durante largos períodos, si fuera necesario. También debe contar con la flexibilidad suficiente para hacer un gran número de tareas conflictivas al mismo tiempo sin cansarse y con la adaptabilidad para manejarse sin problemas en los distintos cambios del desarrollo de la vida del grupo, incluyendo emergencias y crisis serias. Debe ser capaz de comunicarse acerca de un sinnúmero de asuntos con gente de todo tipo, incluyendo:
burócratas, maestros de escuela, médicos, dentistas, trabajadores, comerciantes, adolescentes y niños.

Ser competente en los oficios arriba mencionados, sana, creativa y extrovertida; para alentar y ayudar al desarrollo físico y emocional de los miembros del grupo. Tener imaginación, sensibilidad, calor, amor y comprensión, ya que será la responsable del bienestar mental y emocional del grupo mencionado.

Horario:
Todo el tiempo en que permanezca despierta, así como turnos de veinticuatro horas cuando sea necesario.

Remuneración:
Ningún salario o sueldo. El gasto será negociado de vez en cuando.
Se le puede requerir a la solicitante afortunada que consiga un segundo trabajo además del que se anuncia ahora, para ayudar al sostenimiento del grupo.

Beneficios:
Ninguna vacación garantizada, ni siquiera por enfermedad, maternidad o largo servicio. Ningún seguro de vida o por accidentes.
Tampoco se ofrece compensación alguna para la solicitante contratada.

Es tan grande el amor de una madre, que hasta Dios quiso tener una!.

domingo, 21 de octubre de 2007

Premio Thinking Blogger Awards

.

Este bonito premio me lo ha envíado Maricel desde su blog Entre fogones. Muchísimas gracias Maricel por acordarte de mi.

Siguiendo las normas "del juego", ahora me ha llegado el momento de otorgar este premio a 5 blogs que "me hagan pensar", y he escogido las siguientes:

- El blog de Melania: My site. Además de ser una buena amiga, en su blog comparte tanto recetas como pensamientos.

- Mayte (o Mayturrina) con su blog Mi esquinita. Otra buena amiga con la que se pueden pasar muy buenos ratos visitando su blog.

- A mi tocaya de la red Yomisma y su mundo, con la que comparto no sólo el nick.

- A Elvira Sáez de Alberola por Escepticismo criminológico. Lástima que ya no sea de acceso público, pero aún así ese blog merece este premio.

- A Juanjo Muñoz Lorencio por Efervescente2H, concretamente por el post ¿Qué es pensar?, en el que me he encontrado una buenísima reflexión sobre este premio.


Siguiendo con las normas del premio, las bases son:

1º.- Si tú eres uno de los premiados, y sólo en ese caso, escribe un post e incluye en él 5 blogs que te hacen pensar (con enlace link a cada uno de ellos para que puedan ser vistados).

2º.-Haz en tu post un link al post de Iker para que se pueda encontrar el origen de este premio.

3º.-Opcional: mostrar con orgullo el 'Pensamiento Blogger Premio' con un enlace a la entrada que escribió (en este caso, es una alternativa si la versión de plata de oro segun decidas conforme al diseño de tu blog.


Finalmente, reproduzco la traducción automática (efectuada por Google) del post publicado por Iker sobre este premio:
Demasiados los blogs, no basta con pensamientos! No importa, que no riman (burbujas?) . Lo que he sido desde que reflexionar sobre etiquetado Divya Uttam (y que la etiqueta de vuelta!) Es el propósito de estos llamados blog de los memes. ¿Qué es esto? ¿Podría ser la palabra de la boca de comercialización? ¿Podría ser la optimización de los motores de búsqueda? O más simplemente, es una forma de 'inocente' baiting?
La razón por la que he participado en el año 2000 se debió a Bloggers .. Así, no sé. Fue la primera cosa que me presentó el concepto de "memes". Cuando vi venir en MyBlogLog, ya unas 800 personas formaban parte de ella. Creí que había que apresurarse a participar, con la esperanza de que podría hacerlo antes que el resto de los 1200 puntos se cubrieron en menos de 5 minutos! No es el caso, según me enteré, porque es un hombre organización. A continuación, verificaron Wikipedia para más información sobre los memes y parecía como estos se hace bastante tiempo. Estoy contento nadie me etiquetados'5 Things You Didn't Know About Me ", porque yo no habría tenido. La idea detrás de esto es muy sencilla. Cuando empecé este blog, he decidido no incluir ninguna personales cosas, porque yo ya mantenerse en contacto con mis amigos a través de mensajes de correo electrónico y, más recientemente, MyBlogLog. Además, yo no soy una celebridad, que se preocupe por mi vida privada?
Ahora Divya etiquetados Z conmigo en la lista. Yo no la mente puesta aquí también, pero no sé si yo, o mis lectores, que se refieren a alguno de los blogs mencionados. Es decir, siempre y cuando haga clic en los vínculos. De hecho, yo puedo compartir mi experiencia con ustedes. Hice clic en algunos de ellos y para ser honestos, no era mal acerca de lo que yo pensaba antes. Se trata de una lista, pero demasiado al azar! Esta es también la única razón por la cual no tengo un blogroll. Hay demasiados los blogs que leí sobre una base regular y no todas ellas son incluso estrechamente relacionada con lo que alrededor del blog. ¿Cómo puedo saber cuáles, de entre la amplia gama de los blogs, sería de interés que usted también?
Por otra parte, el motor de búsqueda de blogs Technorati no está muy contenta por este tipo de cosas, debido a sus efectos de SEO. Algunos se sienten incómodos los bloggers también orientados a los algoritmos de los motores de búsqueda, a saber: Amy Gahran, Jeremiah Owyang, Zoli Erdos, Jason Kaneshiro, Tony Hung, Spain blogs, y Dawud Miracle (en el orden cronológico de los puestos). La única cosa buena acerca de la lista es Z sabemos que lo inició. Tenía curiosidad, que comenzó el 5 Reasons Why I Blog ', y si se me pasó por toda la gente que me ha etiquetado a la larga llegar al blog que inició todo, pero no pude ser molestado en averiguarlo! Lo que es más, no es cierto que me gustaría terminar la búsqueda de algo que me hacen pensar .. O, al menos, algo que podría relacionarse. Estoy de acuerdo con Zoli cuando dijo "los vínculos son buenos, pero se supone que se refieren al contenido." Por ejemplo, si no me guiarán a los blogs que examinó esta cuestión (los nombres de más arriba), probablemente me llevará más tiempo, si no imposible, para cazarlos en los motores de búsqueda con todos los enlaces contaminación causada por el de 2000 Bloggers proyecto.
Por lo tanto, he decidido no afiliarse a ninguna "memes" en el futuro. Mi objetivo con este blog es ofrecer contenido que sea interesante, informativo y de las cosas que pueden realmente ayudar a mis amigos que están leyendo. Pero, ¿cómo se puede abandonar el mundo de los blogs "memes" sin puesta en marcha de una? =) Este es el comienzo de un nuevo blog de memes y no, es algo más imaginativo que el X lista.
Se llama «5 Blogs That Make Me Think 'y me etiquetado las siguientes los bloggers de la primera lista:
1. Don a la Tierra por Donald Crowdis,
2. Su propia marca de Mike Wagner,
3. Diseño Creativo de David Airey,
4. Evolución .. No sólo una teoría más por Greg Laden,
5. Aa .. ja! [Thinking Inside The Blog!] Por Nirmala Pal.
Felicidades, usted ganó una!
Si decide participar, por favor, asegúrese de que usted pase la lista de las normas a las que los blogs son el etiquetado. Pensé que sería apropiado incluir con la memes.
La participación reglas son simples:
1. Si, y sólo si, se obtiene la etiqueta, escribe una entrada con enlaces a 5 blogs que te hacen pensar,
2. Apuntar a este puesto para que la gente pueda encontrar fácilmente el origen exacto de los memes,
3. Opcional: mostrar con orgullo el 'Pensamiento Blogger Premio' con un enlace a la entrada que escribió (en este caso, es una alternativa si la versión de plata de oro no encaja en su blog).
Que fue eso! Por favor, no olvide etiquetar los blogs con méritos reales, es decir con el contenido, y sobre todo, los blogs que realmente te pensamiento! Es la primera vez que estoy empezando algo con mi blog por lo que espero que no se vuelve a cernirse sobre mí.
Feliz vínculo de amor compartido, sea cual sea!

viernes, 19 de octubre de 2007

El vendedor de globos

Una vez había una gran fiesta en un pueblo. Toda la gente había dejado sus trabajos y ocupaciones de cada día para reunirse en la plaza principal, en donde estaban los juegos y los puestitos de venta de cuanta cosa linda una pudiera imaginarse.
Los niños eran quienes gozaban con aquellos festejos populares. Había venido de lejos todo un circo, con payasos y equilibristas, con animales amaestrados y domadores que les hacían hacer pruebas y cabriolas. También se habían acercado hasta el pueblo toda clase de vendedores, que ofrecían golosinas, alimentos y juguetes para que los chicos gastaran allí los pesos que sus padres o padrinos les habían regalado con objeto de sus cumpleaños, o pagándoles trabajitos extras.

Entre todas estas personas había un vendedor de globos. Los tenía de todos los colores y formas. Había algunos que se distinguían por su tamaño. Otros eran bonitos porque imitaban a algún animal conocido, o extraño.

Grandes, chicos, vistosos o raros, todos los globos eran originales y ninguno se parecía al otro. Sin embargo, eran pocas las personas que se acercaban a mirarlos, y menos aún los que pedían para comprar algunos.

Pero se trataba de un gran vendedor. Por eso, en un momento en que toda la gente estaba ocupada en curiosear y detenerse, hizo algo extraño. Tomó uno de sus mejores globos y lo soltó.

Como estaba lleno de aire muy liviano, el globo comenzó a elevarse rápidamente y pronto estuvo por encima de todo lo que había en la plaza. El cielo estaba clarito, y el sol radiante de la mañana iluminaba aquel globo que trepaba y trepaba, rumbo hacia el cielo, empujado lentamente hacia el oeste por el viento quieto de aquella hora. El primer niño gritó:
- ¡Mira mamá un globo!

Inmediatamente fueron varios más que lo vieron y lo señalaron a sus chicos o a sus más cercanos. Para entonces, el vendedor ya había soltado un nuevo globo de otro color y tamaño mucho más grande. Esto hizo que prácticamente todo el mundo dejara de mirar lo que estaba haciendo, y se pusiera a contemplar aquel sencillo y magnífico espectáculo de ver como un globo perseguía al otro en su subida al cielo.

Para completar la cosa, el vendedor soltó dos globos con los mejores colores que tenía, pero atados juntos. Con esto consiguió que un tropilla de niños pequeños lo rodeara, y pidiera a gritos que su papá o su mamá le comprara un globo como aquellos que estaban subiendo y subiendo. Al gastar gratuitamente algunos de sus mejores globos, consiguió que la gente le valorara todos los que aún le quedaban, y que eran muchos.

Porque realmente tenía globos de todas formas, tamaños y colores. En poco tiempo ya eran muchísimos los niños que se paseaban con ellos, y hasta había alguno que imitando lo que viera, había dejado que el suyo trepara en libertad por el aire.

Había allí cerca un niño negro, que con dos lagrimones en los ojos, miraba con tristeza todo aquello. Parecía como si un honda angustia se hubiera apoderado de él. El vendedor, que era un buen hombre, se dio cuenta de ello y llamándole le ofreció un globo.

El pequeño movió la cabeza negativamente, y se rehusó a tomarlo.
- Te lo regalo, pequeño, le dijo el hombre con cariño, insistiéndole para que lo tomara.

Pero el niño negro, de pelo corto y ensortijado, con dos grandes ojos tristes, hizo nuevamente un ademán negativo rehusando aceptar lo que se le estaba ofreciendo.

Extrañado el buen hombre le preguntó al pequeño que era entonces lo que lo entristecía. Y el negrito le contestó, en forma de pregunta:
- Señor, si usted suelta ese globo negro que tiene ahí ¿Será que sube tan alto como los otros globos de colores?

Entonces el vendedor entendió. Tomó un hermoso globo negro, que nadie había comprado, y desatándolo se lo entregó al pequeño, mientras le decía:
- Haz tú mismo la prueba. Suéltalo y verás como también tu globo sube igual que todos los demás.

Con ansiedad y esperanza, el negrito soltó lo que había recibido, y su alegría fue inmensa al ver que también el suyo trepaba velozmente lo mismo que habían hecho los demás globos. Se puso a bailar, a palmotear, a reírse de puro contento y felicidad.

Entonces el vendedor, mirándolo a los ojos y acariciando su cabecita enrulada, le dijo con cariño:
- Mira pequeño, lo que hace subir a los globos no es la forma ni el color, sino lo que tiene adentro.

jueves, 18 de octubre de 2007

El Portero del prostíbulo

No había en aquel pueblo un oficio peor conceptuado y peor pagado que el de portero del prostíbulo... Pero ¿qué otra cosa podría hacer aquél hombre?
De hecho, nunca había aprendido a leer ni escribir, no tenía ninguna otra actividad ni oficio. En realidad, era su puesto porque su padre había sido el portero de ese prostíbulo y también antes, el padre de su padre.

Durante décadas, el prostíbulo se pasaba de padres a hijos, y la portería se pasaba de padres a hijos.

Un día, el viejo propietario murió y se hizo cargo del prostíbulo un joven con inquietudes, creativo y emprendedor. El joven decidió modernizar el negocio. Modificó las habitaciones y después citó al personal para darle nuevas instrucciones.

Al portero, le dijo:
- A partir de hoy usted, además de estar en la puerta, me va a preparar una plantilla semanal. Allí anotará usted la cantidad de parejas que entran día por día. A una de cada cinco, le preguntará cómo fueron atendidas y que corregirían del lugar. Y una vez por semana, me presentará esa planilla con los comentarios que usted crea convenientes.

El hombre tembló, nunca le había faltado disposición al trabajo, pero...

- Me encantaría satisfacerlo, señor –balbuceó- pero yo... yo no se leer ni escribir.

- ¡Ah! ¡cuánto lo siento! Como usted comprenderá, yo no puedo pagar a otra persona para que haga esto, ni tampoco puedo esperar hasta que usted aprenda a escribir, por lo tanto...

- Pero señor, usted no me puede despedir, yo trabajé en esto toda mi vida, también mi padre y mi abuelo...

No lo dejó terminar.

- Mire, yo comprendo, pero no puedo hacer nada por usted.
Lógicamente, le vamos a dar una indemnización, esto es, una cantidad de dinero para que tenga hasta que encuentre otra cosa. Así que, lo siento. Que tenga suerte.

Y sin más, se dio vuelta y se fue.

El hombre sintió que el mundo se derrumbaba. Nunca había pensado que podría llegar a encontrarse en esa situación. Llegó a su casa, por primera vez, desocupado. ¿Qué hacer?

Recordó que a veces en el prostíbulo cuando se rompía una cama o se arruinaba la pata de un ropero, él, con un martillo y clavos se las ingeniaba para hacer un arreglo sencillo y provisorio. Pensó que ésta podría ser una ocupación transitoria hasta que alguien le ofreciera un empleo.

Buscó por toda la casa las herramientas que necesitaba, sólo tenía unos clavos oxidados y una tenaza mellada. Tenía que comprar una caja de herramientas completa. Para eso, usaría una parte del dinero que había recibido.

En la esquina de su casa se enteró de que en su pueblo no había una ferretería, y que debería viajar dos días en mula para ir al pueblo más cercano a realizar la compra. ¿Qué más da? pensó, y emprendió la marcha.

A su regreso, traía una hermosa y completa caja de herramientas. No había terminado de quitarse las botas cuando llamaron a la puerta de su casa. Era su vecino.

- Vengo a preguntarle si no tiene un martillo para prestarme...

- Mire, sí, lo acabo de comprar pero lo necesito para trabajar... como me quedé sin empleo...

- Bueno, pero yo se lo devolvería mañana bien temprano.

- Está bien.

A la mañana siguiente, como había prometido, el vecino tocó la puerta.

- Mire, yo todavía necesito el martillo. ¿Por qué no me lo vende?

- No, yo lo necesito para trabajar y además, la ferretería está a dos días de mula.

- Hagamos un trato –dijo el vecino- Yo le pagaré a usted los dos días de ida y los dos días de vuelta, más el precio del martillo, total usted está sin trabajar. ¿Qué le parece?

Realmente, esto le daba un trabajo por cuatro días... Aceptó.

Volvió a montar su mula.

Al regreso, otro vecino lo esperaba en la puerta de su casa.

- Hola, vecino. ¿Usted le vendió un martillo a nuestro vecino?

- Si...

- Yo necesito unas herramientas, estoy dispuesto a pagarle sus cuatro días de viaje y una pequeña ganancia por cada herramienta. Usted sabe, no todos podemos disponer de cuatro días para nuestras compras.

El ex portero abrió su caja de herramientas y su vecino eligió una pinza, un destornillador, un martillo y un cincel. Le pagó y se fue.

"...No todos disponemos de cuatro días para hacer compras", recordaba.

Si esto era cierto, mucha gente podría necesitar que él viajara a traer herramientas.

En el siguiente viaje decidió que arriesgaría un poco del dinero de la indemnización, trayendo más herramientas de las que había vendido. De paso, podría ahorrar algún tiempo en viajes. La voz comenzó a correrse por el barrio y muchos quisieron evitarse el viaje.

Una vez por semana, el ahora corredor de herramientas viajaba y compraba lo que necesitaban sus clientes.

Pronto entendió que si pudiera encontrar un lugar donde almacenar las herramientas, podría ahorrar más viajes y ganar más dinero.

Alquiló un galpón.

Luego le hizo una entrada más cómoda y algunas semanas después con una vidriera, el galpón se transformó en la primera ferretería del pueblo. Todos estaban contentos y compraban en su negocio.

Ya no viajaba, de la ferretería del pueblo vecino le enviaban sus pedidos. El era un buen cliente.

Con el tiempo, todos los compradores del pueblos pequeños más lejanos preferían comprar en su ferretería y ganar dos días de marcha.

Un día de le ocurrió que su amigo, el tornero, podría fabricar para él las cabezas de los martillos.

Y luego, ¿por qué no? las tenazas... y las pinzas... y los cinceles. Y luego fueron los clavos y los tornillos...

Para no hacer muy largo el cuento, sucedió que en diez años aquel hombre se transformó con honestidad y trabajo en un millonario fabricante de herramientas. El empresario más poderoso de la región.

Tan poderoso era, que un año para la fecha del comienzo de las clases, decidió donar a su pueblo una escuela. Allí se enseñarían, además de lectoescritura, las artes y los oficios más prácticos de la época.

El intendente y el alcalde organizaron una gran fiesta de inauguración de la escuela y una importante cena de agasajo para su fundador.

A los postres, el alcalde le entregó las llaves de la ciudad y el intendente lo abrazó y le dijo:
- Es con gran orgullo y gratitud que le pedimos nos conceda el honor de poner su firma en la primera hoja del libro de actas de la nueva escuela.

- El honor sería para mí –dijo el hombre- . Creo que nada me gustaría más que firmar allí, pero yo no se leer ni escribir. Yo soy analfabeto.

- ¿Usted? –dijo el intendente, que no alcanzaba a creerlo- ¿Usted no sabe leer ni escribir? ¿Usted construyó un imperio industrial sin saber leer ni escribir? Estoy asombrado. Me pregunto, ¿qué hubiera hecho si supiera leer y escribir?

- Yo se lo puedo contestar –respondió el hombre con calma- . Si yo hubiera sabido leer y escribir... sería portero del prostíbulo!!

Autor: Jorge Bucay

miércoles, 17 de octubre de 2007

El origen del templo

Dos hermanos, el uno soltero y el otro casado, poseían una granja cuyo fértil suelo producía abundante grano, que los dos hermanos se repartían a partes iguales.
Al principio todo iba perfectamente. Pero llegó un momento en que el hermano casado empezó a despertarse sobresaltado todas las noches, pensando:
"No es justo. Mi hermano no está casado y se lleva la mitad de la cosecha; pero yo tengo mujer y cinco hijos, de modo que en mi ancianidad tendré todo cuanto necesite. ¿Quién cuidará de mi pobre hermano cuando sea viejo?. Necesita ahorrar para el futuro más de lo que actualmente ahorra, porque su necesidad es, evidentemente, mayor que la mía".

Entonces se levantaba de la cama, acudía sigilosamente adonde su hermano y vertía en el granero de éste un saco de grano.

También su hermano soltero comenzó a despertarse por las noches y a decirse a si mismo:
"Esto es una injusticia. Mi hermano tiene mujer y cinco hijos y se lleva la mitad de la cosecha. Pero yo no tengo que mantener a nadie más que a mí mismo. ¿Es justo, acaso, que mi pobre hermano, cuya necesidad es mayor que la mía, reciba lo mismo que yo?"

Entonces se levantaba de la cama y llevaba un saco de grano al granero de su hermano.

Un día, se levantaron de la cama al mismo tiempo y tropezaron uno con otro, cada cual con un saco de grano a la espalda.

Muchos años más tarde, cuando ya habían muerto los dos, el hecho se divulgó. Y cuando los ciudadanos decidieron erigir un templo, escogieron para ello el lugar en el que ambos hermanos se habían encontrado, porque no creían que hubiera en toda la ciudad un lugar más santo que aquel.

martes, 16 de octubre de 2007

Fabricando un padre

En el taller más extraño y sublime conocido, se reunieron los grandes arquitectos, los afamados carpinteros y los mejores obreros celestiales que debían fabricar al padre perfecto:
- Debe ser fuerte - comentó uno.
- También debe ser dulce - comentó otro experto.
- Debe tener firmeza y mansedumbre: tiene que saber dar buenos consejos.
- Debe ser justo en momentos decisivos, y alegre y comprensivo en los momentos tiernos.
- ¿Cómo es posible, interrogó un obrero, poner tal cantidad de cosas en un solo cuerpo?
- Es fácil - contestó el ingeniero - Sólo tenemos que crear un hombre con la fuerza del hierro y que tenga corazón de caramelo.

Todos rieron ante la ocurrencia y se escucho una voz (era el Maestro, dueño del taller del cielo):
- Veo que al fin comienzan, comentó sonriendo. No es fácil la tarea es cierto, pero no es imposible si ponen interés y amor en ello.

Y tomando en sus manos un puñado de tierra, comenzó a darle forma.
- ¿Tierra?, preguntó sorprendido uno de los arquitectos. ¡Pensé que lo fabricaríamos de mármol, o marfil o piedras preciosas!
- Este material es necesario para que sea humilde - le contestó el Maestro.

Y extendiendo su mano sacó de las estrellas oro y lo añadió a la masa.
- Esto es para que en pruebas brille y se mantenga firme.

Agregó a todo aquello, amor, sabiduría, le dio forma, le sopló de su aliento y cobró vida, pero... faltaba algo, pues en su pecho le quedaba un hueco.
- ¿Y qué pondrás ahí? - preguntó uno de los obreros.

Y abriendo su propio pecho, y ante los ojos asombrados de aquellos arquitectos, sacó su corazón, y le arrancó un pedazo, y lo puso en el centro de aquel hueco.
Dos lágrimas salieron de sus ojos mientras volvía a su lugar su corazón ensangrentado.
- ¿Por qué has hecho tal cosa? - le interrogó un ángel obrero.

Y aún sangrando, le contestó el Maestro:
- Esto hará que me busque en momentos de angustia, que sea justo y recto, que perdone y corrija con paciencia, y sobre todo, que esté dispuesto aún al sacrificio por los suyos y que dirija a sus hijos con su ejemplo, por que al final de su largo trabajo, cuando haya terminado su tarea de padre allá en la tierra, regresará hasta mí. Y satisfecho por su buena labor, yo le daré un lugar aquí en mi reino. Le extenderé mi mano, descansará en mi pecho y tendrá Vida Eterna. Pues yo también soy Padre y por él, por su bien, para otorgarle vida, me arranqué del corazón un pedazo de amor y lo puse en su pecho. Para que a mí regrese, guiado por la sangre que derramé por él en una cruz, para darle perdón, para mostrarle que aunque es duro ser padre, cuando extiendes tus brazos y perdonas, la recompensa es vida, gozo y amor eterno.

lunes, 15 de octubre de 2007

El error

El error más grande lo cometes cuando, por temor a equivocarte, te equivocas dejando de arriesgar en el viaje hacia tus objetivos.
No se equivoca el río cuando, al encontrar una montaña en su camino, retrocede para seguir avanzando hacia el mar; se equivoca el agua que por temor a equivocarse, se estanca y se pudre en la laguna.

No se equivoca la semilla cuando muere en el surco para hacerse planta; se equivoca la que por no morir bajo la tierra, renuncia a la vida.

No se equivoca el hombre que ensaya distintos caminos para alcanzar sus metas, se equivoca aquel que por temor a equivocarse no acciona.

No se equivoca el pájaro que ensayando el primer vuelo cae al suelo, se equivoca aquel que por temor a caerse renuncia a volar permaneciendo en el nido.

Pienso que se equivocan aquellos que no aceptan que ser hombre es buscarse a sí mismo cada día, sin encontrarse nunca plenamente. Creo que al final del camino no te premiarán por lo que encuentres, sino por aquello que hayas buscado honestamente.

jueves, 11 de octubre de 2007

Carpintería "El Siete"

Era una pequeña casucha, casi un ranchito en las afueras de la ciudad. Un pequeño taller adelante con unas pocas máquinas y herramientas, dos piezas, una cocina y un rudimentario baño atrás...
Sin embargo, Joaquín no se quejaba, en estos dos años el taller de carpintería "EL 7" se había hecho conocer en el pueblo y él ganaba suficiente dinero como para no tener que recurrir a sus magros ahorros.

Esa mañana, como todas, se levantó a las seis y media par ver salir el sol. No obstante, no llegó al lago. En el camino, a unos 200 metros de su casa, casi tropezó con el cuerpo herido y maltrecho de un joven.

Con rapidez, se arrodilló y apoyó su oído contra el pecho del joven... débilmente, allá en el fondo, un corazón luchaba por mantener lo que quedaba de vida en ese cuerpo sucio y hediente a sangre, mugre y alcohol.

Joaquín fue a buscar una carretilla, sobre la que cargó al joven. Al llegar a la casa tendió el cuerpo sobre su cama, cortó las raídas ropas y lo higienizó cuidadosamente con agua, jabón y alcohol.

El muchacho, además de su borrachera había sido golpeado con salvajismo. Tenía heridas cortantes en las manos y en la espalda, y su pierna derecha estaba fracturada.

Durante los siguientes dos días, toda la vida de Joaquín se centró en la salud de su obligado huésped: curó y vendó las heridas, entablilló su pierna y alimentó al joven de a pequeñas cucharadas con caldo de pollo.

Cuando el joven despertó, Joaquín estaba a su lado mirándolo con ternura y ansiedad.

- ¿Cómo estás? – preguntó Joaquín.
- Bien... creo... – respondió el joven mientras se miraba su cuerpo aseado y curado - ¿quién me curó?
- Yo.
- ¿Por qué?
- Porque estabas herido.
- ¿Sólo por eso?
- No, también porque necesito un ayudante.

Y ambos rieron con ganas.
Bien comido, bien dormido y sin beber alcohol, Manuel, que así se llamaba el joven, se fortaleció enseguida.

Joaquín intentaba enseñarle el oficio y Manuel intentaba rehuir del trabajo todo lo que podía. Una y otra vez Joaquín inculcaba en aquella cabeza deteriorada por la vida transcurrida, las ventajas del buen trabajo, del buen nombre y de la vida buena. Una y otra vez, Manuel parecía entender y dos horas o dos días después, volvía a quedarse dormido o se olvidaba de cumplir con la tarea que Joaquín le había encomendado.

Pasaron meses. Manuel estaba curado. Joaquín había destinado para Manuel la habitación principal, una participación en el negocio y el primer turno del baño, a cambio de la promesa del joven, de dedicación al trabajo.

Una noche, mientras Joaquín dormía, Manuel decidió que seis meses de abstinencia eran bastante y creyó que una copa en el pueblo no le haría daño. Por si Joaquín se despertaba en la noche, cerró la puerta de su habitación desde adentro y salió por la ventana dejando la vela encendida para dar la impresión de que se encontraba allí.

A la primera copa la siguió la segunda, y a ésta la tercera, y la cuarta, y otras muchas...

Cantaba con sus compañeros de trago, cuando pasaron los bomberos por la puerta del boliche haciendo sonar la sirena. Manuel no asoció este hecho con lo ocurrido hasta que de madrugada, tambaleándose hasta su casa, vio la muchedumbre reunida en su cuadra...

Sólo alguna pared, las máquinas y unas pocas herramientas se salvaron del incendio. Todo lo demás quedó destruído por el fuego.

De Joaquín sólo se encontraron cuatro o cinco huesos chamuscados, que enterraron en el cementerio bajo una lápida donde Manuel hizo escribir:

"LO HARÉ, JOAQUIN... LO HARÉ"
Con mucho trabajo, Manuel reconstruyó la carpintería. El era vago, pero hábil, y lo que aprendió de Joaquín alcanzó para llevar adelante el negocio. Siempre sentía que, desde algún lugar, Joaquín lo miraba y alentaba. Manuel lo recordaba en cada logro: su casamiento, el nacimiento del primer hijo, la compra de su primer auto...

... A quinientos kilómetros de allí Joaquín, vivito y coleando, se preguntaba si era lícito mentir, engañar y prenderle fuego a esa casa tan bonita sólo para salvar a un joven.

Se contestó que sí, y rió de sólo pensar en la policía de pueblo que confunde huesos humanos con huesos de cerdo...

Su nueva carpintería era un poco más modesta que la anterior, pero ya era conocida en el pueblo... se llamaba... CARPINTERIA "EL OCHO".

Autor: Jorge Bucay

miércoles, 10 de octubre de 2007

El eco de la vida

Un hijo y su padre estaban caminando en las montañas. De repente, el hijo se cayó, se lastimó y gritó:
"AAAhhhhhhhhhhhhhhh!!!".
Para su sorpresa, oyó una voz repitiendo, en algun lugar en la montaña: "AAAhhhhhhhhhhhhhhh!!!"

Con curiosidad, el niño gritó: "Quién eres tú?"

Recibió de respuesta: "Quién eres tú?"

Enojado con la contestación, gritó: "Cobarde!"

Recibió de respuesta: "Cobarde!"

Miró a su padre y le preguntó: "Qué sucede?"

El padre sonrió y dijo: "Hijo mío, presta atención."

Y entonces el padre gritó a la montaña: "Te admiro!"

La voz respondió: "Te admiro!"

De nuevo el hombre gritó: "Eres un campeón!"

La voz respondió: "Eres un campeón!"

El niño estaba asombrado, pero no entendía.

Luego el padre explicó: "La gente lo llama ECO, pero en realidad es la VIDA. Te devuelve todo lo que dices o haces. Nuestra vida es simplemente reflejo de nuestras acciones. Si deseas más amor en el mundo, crea más amor a tu alrededor. Si deseas más competitividad en tu grupo, ejercita tu competencia. Esta relación se aplica a todos los aspectos de la vida. La vida te dará de regreso exactamente aquello que tu le has dado."

TU VIDA NO ES UNA COINCIDENCIA... ES UN REFLEJO DE TI MISMO.

martes, 9 de octubre de 2007

La diferencia

El primer día de clase que Doña Tomasa se enfrentó a sus alumnos de quinto grado, les dijo que ella trataba a todos los alumnos por igual y que ninguno era su favorito.
En la primera fila sentado estaba Pedrito, un niño antisociable, con una actitud intolerable, el cual siempre andaba sucio y todo despeinado.

El año anterior, Doña Tomasa había tenido a Pedrito en una de sus clases. Doña Tomasa veía a Pedrito como un niño muy antipático. A ella siempre le daba mucho gusto poder marcar con lápiz rojo todo el trabajo que Pedrito entregaba con una "M".

En la escuela donde Doña Tomasa enseñaba se le requería revisar el archivo de historia de cada alumno y el de Pedrito fue el último que ella revisó.

Cuando ella empezó a leer el archivo de Pedrito, se encontró con varias sorpresas. La maestra de Pedrito de primer grado había escrito: "Pedrito es un niño muy brillante y muy amigable, siempre tiene una sonrisa en sus labios. Él hace su trabajo a tiempo y tiene muy buenos modales. Es un placer tenerlo en mi clase".

La maestra de segundo grado: "Pedrito es un alumno ejemplar, muy popular con sus compañeros, pero últimamente muestra tristeza porque su mamá padece de una enfermedad incurable".

La maestra de tercer grado: "La muerte de su mamá ha sido muy difícil para él. Él trata de hacer lo mejor que puede pero sin interés. Tampoco el papá demuestra ningún interés en la educación de Pedrito. Si no se toman pasos serios, esto va a afectar la vida de Pedrito".

La maestra de cuarto grado: "Pedrito no demuestra interés en la clase. Cada día Pedrito se cohíbe más. No tiene casi amistades y muchas veces se duerme en clase".

Después de leer todo esto, Doña Tomasa sintió vergüenza por haber juzgado a Pedrito sin saber las razones de su actitud. Se sintió peor cuando todos sus alumnos le entregaron regalos de Navidad envueltos en fino papel con excepción del regalo de Pedrito que estaba envuelto en un cartucho de la tienda.

Doña Tomasa abrió todos los regalos y cuando abrió el de Pedrito, todos los alumnos se reían al ver lo que se encontraba dentro. En el cartucho había una botella con un cuarto de perfume y un brazalete al cual le faltaban algunas de las piedras preciosas. Para suprimir las risas de sus alumnos, ella se puso inmediatamente aquel brazalete y se echó un poco del perfume en cada muñeca.

Ese día Pedrito se quedó después de la clase y le dijo a la maestra: "Doña Tomasa, hoy usted huele como mi mamá".

Después de todos haberse ido, Doña Tomasa se quedó llorando por una hora. Desde ese día ella cambió su materia. En vez de enseñar lectura, escritura y aritmética, escogió enseñar a los niños. Doña Tomasa empezó a ponerle más atención a Pedrito. Ella notaba que mientras más ánimos se daban a Pedrito, más entusiasmado reaccionaba él.

Al final del año, Pedrito se convirtió en el más inteligente de la clase y a pesar de que Doña Tomasa había dicho el primer día de clase que todos los alumnos iban a ser tratados por igual, Pedrito era su preferido.

Pasaron 6 años y Doña Tomasa recibió una nota de Pedrito, en la cual le decía que se había graduado de la secundaria y que había terminado en tercer lugar. También le decía que ella era la mejor maestra que él había tenido.

De ahí pasaron 4 años cuando Doña Tomasa volvió a recibir noticias de Pedrito. Esta vez, él le escribía que se le había hecho muy difícil pero que muy pronto se graduaría en la universidad con honores y le aseguró a Doña Tomasa que todavía ella seguía siendo la mejor maestra que tuvo en su vida.

Pasan 4 años más cuando Doña Tomasa vuelve a saber de Pedrito. En esta carta él le explicaba que había adquirido su bachiller y que había decidido seguir su educación. En esta carta Pedrito también le recordaba que ella era la mejor maestra que había tenido en su vida. Esta vez la carta estaba firmada con: "Dr. Pedro Altamira".

Bueno el cuento no termina ahí. En la primavera, Doña Tomasa volvió a recibir una carta de Pedrito donde le explicaba que había conocido a una muchacha con la cual se iba a casar y quería saber si Doña Tomasa podía asistir a la boda y tomar el lugar reservado usualmente para los padres del novio. También le explicaba que su papá había fallecido varios años atrás.

Claro que Doña Tomasa aceptó con mucha alegría y ¿sabes qué hizo? El día de la boda, ella se puso aquel brazalete sin brillantes que Pedrito le había regalado y también el perfume que la mamá de Pedrito usaba. Cuando se encontraron, se abrazaron muy fuerte y el Dr. Altamira le dijo en el oído muy bajito: "Doña Tomasa, gracias por haber creído en mí. Gracias por haberme hecho sentir que era importante y que yo podía hacer la diferencia".

Doña Tomasa, con lágrimas en los ojos, le respondió: "Pedro, tú estás equivocado. Tú fuiste el que me enseñó que yo podía hacer la diferencia. ¡Yo no sabía enseñar hasta que te conocí a ti!"

¿Cuántas veces juzgamos a las personas sin saber por lo que esas personas están pasando?

lunes, 8 de octubre de 2007

Más que un anillo de compromiso

El muchacho entró con paso firme a la joyería y pidió que le mostraran el mejor anillo de compromiso que tuvieran.
El joyero le presentó uno. La hermosa piedra, solitaria, brillaba como un diminuto sol resplandeciente.

El muchacho contempló el anillo y con una sonrisa lo aprobó. Preguntó luego el precio y se dispuso a pagarlo.

- ¿Se va usted a casar pronto? - le preguntó el joyero.

- No - respondió el muchacho - Ni siquiera tengo novia.

La muda sorpresa del joyero divirtió al comprador.

- Es para mi mamá - dijo el muchacho - Cuando yo iba a nacer estuvo sola; alguien le aconsejó que me matara antes de que naciera, así se evitaría problemas. Pero ella se negó y me dio el don de la vida. Y tuvo muchos problemas. Muchos. Fue padre y madre para mí, y fue amiga y hermana, y fue maestra. Me hizo ser lo que soy. Ahora que puedo le compro este anillo de compromiso. Ella nunca tuvo uno. Yo se lo doy como promesa de que si ella hizo todo por mí, ahora yo haré todo por ella. Quizá después entregue otro anillo de compromiso. Pero será el segundo.

El joyero no dijo nada. Solamente ordenó a su cajera que hiciera al muchacho el descuento aquel que se hacía nada más a los clientes importantes.

viernes, 5 de octubre de 2007

El peso de la nada

- Dime, ¿cuánto pesa un copo de nieve?, preguntó un gorrión a una paloma.
- Nada de nada, le contestó.

- Entonces debo contarte algo maravilloso, dijo el gorrión.
Estaba yo posado en la rama de un abeto, cerca de su tronco. Cuando empezó a nevar. No era una fuerte nevada ni una ventisca furibunda. Nada de eso. Nevaba como si fuera un sueño... sin nada de violencia. Y como no tenía nada mejor qué hacer, me puse a contar los copos de nieve que se iban asentando sobre los tallitos de la rama en la que yo estaba.
Los copitos fueron exactamente 3.741.952. Al caer el siguiente copo de nieve sobre la rama, que tú dices pesa “nada de nada”, la rama se quebró.

Dicho esto, el gorrión se alejó volando.

Y la paloma, toda una autoridad en la materia, desde la época de Noé, quedó cavilando sobre lo que el gorrión le contara, y al final se dijo: Tal vez este faltando la voz de una sola persona para que en este Mundo tenga lugar la Paz.

jueves, 4 de octubre de 2007

Sabia historia Indígena

Una vez un guerrero indígena muy respetado y la hija de una mujer que había sido matrona de la tribu, se enamoraron. Se amaban profundamente, y habían pensado en casarse, para lo cual tenían el permiso del cacique de la tribu.
Pero antes de formalizar el casamiento fueron a ver al Brujo, un hombre muy sabio y muy poderoso, que tenía elíxires, conjuros, y hierbas increíbles, para saber si los astros estaban a su favor, si los Dioses los iban a proteger.

El brujo, les dijo que ellos eran buenos muchachos, jóvenes y que no había ninguna razón para que los dioses se opusieran. Entonces ellos le dijeron que querían hacer algún conjuro que les diera la fórmula para ser felices siempre.

El brujo les dijo: “Bueno hay un conjuro que podemos hacer, pero no sé si están dispuestos porque es bastante trabajoso”.

“Sí, claro”. Le dijeron.

Entonces el brujo le pidió al guerrero que:
1) escalase la montaña más alta
2) buscara allí al halcón más vigoroso
3) el que volara más alto
4) el que le pareciera más fuerte
5) el que tuviera el pico más afilado
6) y que vivo, se lo trajera.

Y el brujo le dijo a ella: “a ti no te va a ser tan fácil”:
1) vas a tener que internarte en el monte
2) buscar el águila que te parezca que es la mejor cazadora
3) la que vuele más alto
4) la que sea más fuerte
5) la de mejor mirada
6) vas a tener que cazarla sola, sin que nadie te ayude y vas a tener que traerla viva aquí.

Cada uno salió a cumplir su tarea. Cuatro días después volvieron con el ave que se les había encomendado, y le preguntaron al brujo: “¿Ahora qué hacemos?, ¿las cocinamos?, ¿las comemos?, ¿tomamos su sangre?, ¿qué hacemos con ellas?”

El brujo les dijo: “Vamos a ver, ¿volaban alto?”

“Sí”, le dijeron.

El brujo preguntó a ambos: “¿eran fuertes sus alas, eran sanas, independientes?”

“Sí”, contestaron.

“Muy bien, dijo el brujo, ahora átenlas entre sí por las patas y suéltenlas para que vuelen”.

Entonces el águila y el halcón comenzaron a tropezarse, intentaron volar, pero lo único que lograban, era revolcarse en el piso, y se hacían daño mutuamente, hasta que empezaron a picotearse entre sí.

El brujo de la tribu les dijo: “Este es el conjuro si ustedes quieren ser felices para siempre: VUELEN INDEPENDIENTES Y JAMÁS SE ATEN EL UNO AL OTRO”.

miércoles, 3 de octubre de 2007

Por un vaso de leche

Un joven que pagaba sus estudios trabajando de vendedor ambulante, sentía hambre pero no tenía dinero para almorzar. Decidió vencer la vergüenza que le daba mendigar y pedir algo de comer en la próxima puerta que tocase. No obstante, perdió su nervio cuando una hermosa joven le abrió la puerta. En lugar de pedir comida pidió solo un vaso de agua.
Ella, sin embargo, se apiadó de el y le trajo un vaso de leche. Él se lo tomó tímidamente y preguntó:
- ¿Cuanto le debo?
- No me debe nada - respondió ella - Mi madre nos enseñó a nunca aceptar pago por hacer un favor.
- Entonces le agradezco de corazón - respondió el joven.

Aquel joven llamado Howard Kelly se fue de aquella casa, no solo sintiéndose fortalecido en su cuerpo sino también en su fe en la humanidad. Antes del incidente estaba pensando en rendirse y renunciar.

Muchos años más tarde aquella joven, ya mayor, se enfermó gravemente. Los doctores locales estaban muy preocupados. Finalmente la enviaron al hospital de una gran ciudad donde practicaba un famoso especialista en aquella enfermedad.

Cuando el médico se dio cuenta del nombre de su nueva paciente y del pueblo de procedencia, inmediatamente se levantó y fue a verla. La reconoció inmediatamente. Volvió a su oficina resuelto a hacer todo lo posible para salvar su vida. La lucha fue larga pero la señora se salvó.

Por su parte la señora andaba muy preocupada sabiendo que el precio de su estancia en el hospital sería astronómico. Sin que ella supiese, el doctor envió órdenes que le pasaran a él la cuenta final. Después de examinarla escribió un mensaje al pie de la cuenta antes de que fuese enviada a la señora.

Ella abrió aquella cuenta con gran temor, pensando que pasaría el resto de sus días pagándola. Finalmente miró y cual fue su asombró cuando leyó al pie de la lista de enormes cifras:
Todo pagado por completo... con un vaso de leche.
Firmado: Dr. Howard Kelly.

martes, 2 de octubre de 2007

Media cobija

Don Roque era ya un anciano cuando murió su esposa, durante largos años había trabajado con ahínco para sacar adelante a su familia.
Su mayor deseo era ver a su hijo convertido en un hombre de bien, respetado por los demás, ya que para lograrlo dedicó su vida y su escasa fortuna.

A los 70 años Don Roque se encontraba sin fuerzas, sin esperanzas, solo y lleno de recuerdos. Esperaba que su hijo, brillante profesionista, le ofreciera su apoyo y comprensión, pero veía pasar los días sin que este apareciera y decidió por primera vez en su vida pedir un favor a su hijo.

Don Roque tocó la puerta de la casa donde vivía su hijo con su familia.
- ¡Hola papá! ¡Que milagro que vienes por aquí!
- Ya sabes que no me gusta molestarte, pero me siento muy solo, además estoy cansado y viejo.
- Pues a nosotros, nos da mucho gusto que vengas a visitarnos, ya sabes que esta es tu casa.
- Gracias hijo, sabía que podía contar contigo, pero temía ser un estorbo. Entonces, ¿no te molestaría que me quedara a vivir con ustedes? ¡Me siento tan solo!
- ¿Quedarte a vivir aquí?, si.....claro.....pero no se si estarías a gusto, tu sabes, la casa es chica.....mi esposa es muy especial.....y luego los niños.....
- Mira hijo, si te causo muchas molestias olvídalo, no te preocupes por mi, alguien me tenderá la mano.
- No padre no es eso, solo que.....no se me ocurre dónde podrías dormir. No puedo sacar a nadie de su cuarto, mis hijos no me lo perdonarían.....o solo que no te moleste.....¿dormir en el patio?
- Dormir en el patio está bien.

El hijo de Don Roque llamó a su hijo Luís de 12 años.
- Dime papá.
- Mira hijo, tu abuelo se quedará a vivir con nosotros. Tráele una cobija para que se tape en la noche.
- Sí con gusto, ¿y dónde va a dormir?
- En el patio, no quiere que nos incomodemos por su culpa.

Luís subió por la cobija, tomó unas tijeras y la cortó en dos. En ese momento llegó su padre.
- ¿Que haces Luís? ¿Por que cortas la manta de tu abuelo?
- Sabes papá, estaba pensando.....
- ¿Pensando en qué?
- En guardar la mitad de la cobija para cuando tú seas viejo y vayas a vivir a mí casa.

lunes, 1 de octubre de 2007

La historia de los dos videntes

Presintiendo que su país en no mucho tiempo terminaría sumergido en una guerra civil, el sultán llamó a una de sus mejores videntes y le preguntó cuánto tiempo le quedaba de vida.

- Mi adorado maestro, el señor vivirá lo bastante para ver muertos a todos sus hijos.

En un acceso de furia, el sultán inmediatamente mandó ahorcar al hombre que había pronunciado tan aterradoras palabras. Pero entretanto, ¡la guerra civil seguía siendo una amenaza! Desesperado, llamó a un segundo vidente.

- ¿Cuánto tiempo viviré? -preguntó, procurando saber si todavía sería capaz de controlar una situación potencialmente explosiva.

- Señor, Dios le ha concedido una vida tan larga que durará más que la de sus hijos y llegará hasta la generación de sus nietos.

Agradecido, el sultán mandó que se lo recompensara con oro y plata. Al salir del palacio, un consejero comentó con el vidente:
- Tú le has dicho lo mismo que el adivino anterior. Pero el primero fue ejecutado y tú has recibido recompensas. ¿Por qué?

- Porque el secreto no está en lo que se dice sino en cómo se lo dice. Siempre que debas disparar la flecha de la verdad, no olvides mojar la punta en el tarro de miel.

Autor: Paulo Coelho