jueves, 3 de abril de 2008

La llama del amor

El fuego de una pasión
muy tarde o nunca se apaga,
aunque en el pecho se haga
pedazos el corazón;

porque el alma enamorada
que aparece fría y muerta
se reanima y despierta
al calor de una mirada.

Autor: Teodoro Guerrero

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Cuánta razón tiene ese poema!!
Lo pasamos fatal cuando un amor se acaba y nos prometemos que nunca más, por lo menos yo siempre me prometo no ser tan tonta, para no volver a caer en lo inevitable.
Pero pronto se recompone todo, y volvemos a darle intensidad a un nuevo amor.

Por cierto, estás un poco desaparecida tocaya!!
Bicossss
Cuidateee

Unknown dijo...

Mea culpa!
Andaba desaparecida de los blogs... Necesitaba recorrer un poco otros mundos, aunque eso no significa que me hubiese olvidado de ti. Era simplemente eso, unas vacaciones blogeriles (o como se diga).
Vengo volando a verte y a darte un besito, preciosa.