martes, 3 de julio de 2007

La nuera y la suegra

Lo que entregues, te será devuelto...

Hace mucho tiempo, una joven llamada Lili se casó y fue a vivir con el marido y la suegra. Después de algunos días, no se entendía con ella. Sus personalidades eran muy diferentes y Lili fue irritándose con los hábitos de la suegra, que frecuentemente la criticaba. Los meses pasaron y Lili y su suegra cada vez discutían más y peleaban.

De acuerdo con una antigua tradición china, la nuera tiene que cuidar a la suegra y obedecerla en todo.

Lili, no soportando más vivir con la suegra, decidió tomar una decisión y visitar a un amigo de su padre. Después de oírla, él tomó un paquete de hierbas y le dijo:
- No deberás usarlas de una sola vez para liberarte de tu suegra, porque ello causaría sospechas. Deberás darle varias hierbas que irán lentamente envenenando a tu suegra. Cada dos días pondrás un poco de estas hierbas en su comida. Ahora, para tener certeza de que cuando ella muera nadie sospechará de ti, deberás tener mucho cuidado y actuar de manera muy amigable. No discutas, ayúdala a resolver sus problemas. Recuerda tienes que escucharme y seguir todas mis instrucciones.

Lili respondió:
- Sí, Sr. Huang, haré todo lo que el señor me pida.
Lili quedó muy contenta, agradeció al Sr. Huang, y volvió muy apurada para comenzar el proyecto de asesinar a su suegra.

Pasaron las semanas y cada dos días, Lili servía una comida especialmente tratada a su suegra. Siempre recordaba lo que el Sr. Huang le había recomendado sobre evitar sospechas, y así controló su temperamento, obedecía a la suegra y la trataba como si fuese su propia madre.

Después de seis meses, la casa entera estaba completamente cambiada. Lili había controlado su temperamento y casi nunca la aborrecía. En esos meses, no había tenido ni una discusión con su suegra, que ahora parecía mucho más amable y más fácil de lidiar con ella. Las actitudes de la suegra también cambiaron y ambas pasaron a tratarse como madre e hija.

Un día Lili fue nuevamente en procura del Sr. Huang, para pedirle ayuda y le dijo:
- Querido Sr. Huang, por favor ayúdeme a evitar que el veneno mate a mi suegra. Ella se ha transformado en una mujer agradable y la amo como si fuese mi madre. No quiero que ella muera por causa del veneno que le di.

El Sr. Huang sonrió y señaló con la cabeza:
- Lili no tienes por qué preocuparte. Las hierbas que le di, eran vitaminas para mejorar su salud. El veneno estaba en su mente, en su actitud, pero fue echado fuera y substituido por el amor que pasaste a darle a ella.

En la China existe una regla que dice:
"La persona que ama a los otros, también será amada".

La mayor parte de las veces recibiremos de las otras personas lo que les damos y por eso ten cuidado!!!

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Hola yomis ¿que tal todo? me ha encantado desayunar otra vez con tus hisotrias y esta en especial me ha encantado.
Cuando nosotros cambiamos, cambia todo lo que nos rodea, si que es verdad. Y segun como te portes tu y des a los demas, el universo se encarga de devolvertelo en el momento oportuno.
Que pena que la gente este tan ciega y no se de cuenta.
Muchos besos y volvere.
Alegria

Unknown dijo...

Hola guapísima!
Que alegría tan grande verte por aquí.
Como ves me he quedado "enganchada" a las historias, las recopilo, y desde aquí las sigo compartiendo. Son como pequeños trocitos de vida que siempre me enseñan una nueva verdad.
Espero que todo te vaya fantásticamente bien.
Un beso muy fuerte.